
Hoy se ha vestido de rojo para salir al campo
de la batalla diaria.
Un color brillante revela, es el signo externo,
de que todo va bien.
Se coloca encima un abrigo claro -es un viejo truco
que la naturaleza conoce muy bien para atraer a la luz-
se calza unos zapatos cómodos, porque con la zancada larga
tiene la impresión que ha andado menos, llegando antes.
Para qué?. Para quién, se viste de rojo?. Para ir dónde?.
Para encaminarse a la estación de metro sin cruzar la calle,
bajando, a mano derecha.
Aunque odia coger el metro por la carencia de paisaje.
Largos pasillos y algunas goteras con vocación de estalactita
acechan a los indefensos usuarios, dispuestas, al menor descuido
a producir una infección más que segura si hacen diana en un ojo.
Bajar ordenadamente las escaleras mecánicas en fila de a dos y
llegar al andén, donde un conjunto humano con caras
de póker enfilan sus cuerpos disciplinados delante
de la raya blanca que los separa del vacío de las vías.
Las miradas atentas a la entrada de los vagones -gruta negra
con neones emergentes- y las expresiones agudizan
su máscara de nada.
Es el signo externo de alerta, el aviso que están circulando por un
espacio que les es ajeno, paréntesis de roces involuntarios, entre
destino y destino.
En el vagón, apiñados y sin remedio se
contactan los cuerpos y se evitan los cruces de miradas que puedan
generar malentendidos.
El ser, cuando es masa, no contempla "la alegría de que el otro exista".
La del vestido rojo, cada mañana se empeña en cambiar su uniformidad
porque le desagrada la monotonía.
Porque tiene la intuición que el aburrimiento se está instalando en
cada
uno
de
sus
actos.
Y entiende, que del aburrimiento al cansancio sólo hay paso, muy corto.
Discover Bob DylanNew Morning!
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18 comentarios:
Cierto: lo sé. Probaré con el rojo...
besos
Si, a veces cansa, muchas veces incluso.
Por un día entusiasmado hay docenas de los otros.
El metro me gusta aún así.
Es una ciudad oculta.
Donde ocurre de todo.
Aunque lo peor casi no se sepa.
Besos.
Para días, los colores.
Muy expresiva la foto. Puede que tal que así se sientan todos los metronautas. Cada cual en su color y todo lo demás en blanco y negro. Un amasijo gris y cotidiano, al fin y al cabo, en que todos se empujan pero nadie tropieza.
¡Qué vida esta!
No sé por qué me has recordado a la peli Amelie.
Un besito en el color que llevas dentro ¡ooohhhh!
Gwynette: sencillamente, ¡me encantó! Besitos.
.. vivir es cansado.. sí.. al menos esta vida que nos montan.. claro que para eso están los colores, el campo (quien lo pillara) y la libertad de mandar al jefe a donde cada uno se quiera imaginar.. :-)
.. besitos alcachofita, y feliz semana en la jungla..
Que entretenido! hay que probar con el rojo entonces! jeje me encanto la fotografía!
Besos.
Como la niña del abriguito rojo en "La lista de Schindler"... y yo que creia que el rojo representaba la pasion, la energia...parece que no siempre...;)
Un beso.
Sospecho, que la mujer de rojo, es inteligente, es consciente de que tiene que romper con la rutina utilizando el arma que sea...por eso después del rojo. lo intentará con un azul intenso intenso, con un magenta brillante, hasta agotar toda la gama de arco iris brillante, jamás olvidfará llevar con ella ese libro mágico, que al llerlo en los sórdidos vagones del metro,la rescata de la monotonía y la traslada a atmósferas por descubrir...
Besitos alcahofilla:)
La urbe nos rompe a veces los grilletes del espacio vital; toda una generosidad despilfarrada que nunca sabremos aprovechar.
Un abrazo.
Gwynette, yo siento que llevo ya mucho tiempo viviendo ese cansancio y me identifico con eso de vestirse de rojo, sólo que en mi país usar ese color se ha convertido en un símbolo político.
Saludos.
Por eso son buenas las vacaciones. Rompen con la monotonía. Y si te vistes de rojo MAS.
Besitos de ánimo
;-D
No me cabe la màs mìnima duda. Abrazos.
Si...Hace poco me dio un ataque de aburrimiento y me pinté los labios de rojo para animarme, así que comprendo a la mujer que viste de rojo. Dylan, maestro de palabras.
El aburrimiento tiene los dientes afilados..
Me gusta la foto.
Besos
Pues mira que me alegro de no tener metro aqui....
Besos
Demasiado corto.
Yo me pinto de rojo a veces. Caperucita.
Un miau
un vestido rojo ondeando como un estandarte olvidado, esa pizca de orgullo que no debe faltar...
El rojo: las ganas de no pertenecer a la masa informe , de provocar al toro de lo inesperado .
Saludos .
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