domingo, 31 de mayo de 2009

Están obligados a mirarse....















Dicen los entendidos que un cuadro o una escultura de particular belleza -o de particular valor- debe estar aislado de los demás por su excepcionalidad.

La disposición alargada de la sala le ha permitido al comisario de la exposición situarlos juntos por su perfección, su delicadeza y su distinción al fondo de la estancia, lejos de los cuadros enfrentados.
Las reglas estéticas los unen por un tiempo, provisionales en su espacio, después, cada uno volverá a su destino
Se miran y se reconocen, y comprenden la transitoriedad de su encuentro..
Son de época distinta aunque provienen de situaciones similares, y ellos lo saben.
Ambos tuvieron un hogar y en él ocuparon un lugar destacado: uno presidió el salón, la otra, la biblioteca de una saga familiar. Vieron nacer, crecer y desaparecer a varias generaciones; finalmente, el último eslabón de una familia enamorada del arte los subastó. Él, en subasta americana, ella, en una de sobre cerrado, y ambos, ofrecidos al mejor postor por un precio mucho más que estimable.
Los dos fueron alejados bruscamente de su entorno.
Las miradas obligadas a encontrarse se vuelven profundas y estáticas y sólo descansan cuando las luces se apagan.


,

domingo, 24 de mayo de 2009

a que suena raro la palabra: perder ?...














Quiero perderme bien perdida.

Perderme entre caminos que no lleven a ninguna parte para poder retroceder y llegar al mismo punto de partida muy perdida.
Sería agradable perderme con alguien que le gustase jugar a perderse, pero nadie tiene tiempo para perder.
Yo me pierdo y te reto a perderte...tu vas, y te pierdes!. O prefieres que nos perdamos juntos?. O jugamos a separarnos para reencontrarnos en el paseo cuando ya nos creíamos perdidos?.
Perder la memoria de lo que dejamos atrás, perder las horas bien perdidas en ese pasatiempo, sin perder de vista que es una aventura de encuentros perdidos, y sin perder la paciencia...pero te dejaría perder la compostura.
Si tu te pierdes, yo también me pierdo...

Que nadie se confunda ni haga juegos fáciles de palabras: no soy una "perdida".

.

sábado, 23 de mayo de 2009

los herederos de Nerón..















La Chayo

Qué tienes en la mirada, mujer de los ojos tristes?
Tengo un presente que no se me amiga con lo antiguo.
Cuando miras tan ausente, donde viajas?...qué recuerdas?.
Toda mi vida es un olvido.



Decían que era medio loca, olvidada por su familia y sin amigos. Que se fue a Francia y volvió cambiada, cosas de un amor desafortunado.
Hicieron falta muchos errores antes de convertirse en un apátrida que pernoctaba en un cajero automático.

Hace un par de años en la esquina de mi casa, adolescentes de buena familia, niños con buenas notas en colegios privados, por juego, por pura diversión, por matar el aburrimiento, quemaron viva en un cajero automático a Rosario de 50 años, una ex secretaria de dirección de un banco: "porque olía muy mal".
Rosario, por circunstancias adversas acumuladas acabó durmiendo en un cajero, dos calles más allá de mi domicilio.
Todo empezó con una gran depresión que la llevó al descontrol, más tarde vino el alcohol y con él, el abandono de cualquier responsabilidad. Cuando lo tuvo todo perdido, pernoctó en el amplio espacio de una conocida entidad. Alrededor de las nueve se arrebujaba con sus fardos en un rincón, con la puerta siempre abierta, los vecinos que entraban o salían con la tarjeta en la mano para sacar dinero la conocían y nadie se incomodaba...
Finalmente una noche irrumpieron su sueño, primero la insultaron, después la rociaron con gasolina y finalmente le prendieron fuego con el mechero.
Fue una muerte dura, indigna y cruel.
Pero la cámara de seguridad les grabó cada uno de sus gestos para que no quedarn impunes.
En el juicio unos abatidos adolescentes justificaron:"se nos fue la mano". No se habló de desestructuración familiar, porque no la había.

Muchas noches paseando a mi perra vi a Rosario Endrinal Petite en el cajero automático, bajo los fluorescentes, dormitando entre mantas de cara a la cristalera.
Hace tiempo que se lo debía.




lunes, 18 de mayo de 2009

La vida hoy es un poco peor: ha muerto Benedetti.
















Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada.

domingo, 17 de mayo de 2009

el atlas de casi todos los males...


















Leyó: los males se vuelven amigos.
Desde el mismo momento del descubrimiento, se colocó todos los libros que pudo en la cabeza para pinzarse las cervicales, y así, llegado el momento en que el atlas, la primera vértebra cervical se le desencajara facilitar la familiarización de la nuca con el pellizco.
Porque la amistad verdadera nace cuando los sujetos de la amistad se relacionan entre sí.

.

sábado, 9 de mayo de 2009

sutíl, llegaste a mi...















Cena entre amigos un jueves por la noche, rutinaria cómoda y distendida.
La novedad, era un desconocido, amigo de mi amiga Laia, de nombre confundible, de mirada impactante y de pocas palabras, parecía cordial ya que sonreía cada vez que yo hablaba jugando a ser peleona.
Yo estaba situada a la derecha de la cabecera de la mesa, junto a la anfitriona, para secundarla en sus idas y venidas a la cocina. Y él, en la otra punta, en el lateral izquierdo: teníamos un excelente ángulo de visión.
En un desplazamiento al santa sanctorum de la cocina mientras colocábamos los platos en el lavavajillas, mi amiga Laia bajando la voz en una modulación del tipo "el hombre que susurraba a los caballos", me cuchicheó: te has fijado como te mira Edualdo? -que no, Eduardo, que sería lo lógico: en qué estarían pensando sus padres-.
Ha llegado hace poco de Roma, es un viejo amigo, un tipo estupendo y arquitecto, nena.
Arquitecto? ..qué interesante!. Un trabajo que armoniza la disciplina artística y técnica.
Ay, loca!, tu siempre con el rollito de "poesía eres tu". Te lo advierto -y arrugó la nariz, conocido mohín voluntarioso-, de aquí no sale nadie hasta que yo no me entere que concertais una cita.
La noche fue larga, el vino estupendo, y se me agudizó -ay, Dios!-, mi lado gracioso según avanzaba la noche.
Llegadas a las tantas, el misterioso Edualdo y yo, ya habíamos quedamos para cenar el fin de semana. Con la bendición de Laia.

Omitiré la lentitud del paso de las horas desde la confusa noche en la que llegué a casa un poco perjudicada, hasta el momento de la cita, dos días después.

Noche de Agosto caldeada. Cenamos en un pequeño restaurante al norte de la ciudad, sentados al aire libre pero sin un asomo de brisa. Barcelona estaba silenciosa y parecía desierta.
Al principio Edualdo habló poco, pero bien, era agradable, estábamos cómodos, o eso parecía. Al llegar a los postres, me dejó caer con voz pastosa...
Y tú?..qué es lo primero que te fijas en un hombre?, -vaya!, parecía que entrábamos en los temas manidos-
Hummm..en la boca: los labios, los dientes. No digo una boca perfecta, que sea sugerente...fíjate que me atraen los dientes de conejo ! -jiji y jaja-
Y después, qué le sigue?
Después, la mirada. No, si los ojos son grandes o pequeños, redondos u ovalados. La mirada debe transmitirme confianza, que cuando hable sus ojos no desdigan las palabras -en esas estábamos-.
Sinceridad, verdad?.
Si, eso parece...

Tanteos, escarceos, tópicos, juegos de palabras iniciáticos...
-Qué hace que una conversación no alcance el status de emocionante cuando está a las puertas de conseguirlo?-.

Parecía que ahora era mi turno.
Y a ti, qué es lo primero que te atrae de una mujer? -diosss!-
Yo, -respondió veloz bajando su mirada sincera hacia mi escote bronceado- yo me fijo en las tetas!

Y sí, debió haber más palabras aunque no recuerdo cuales. No atino a acordarme de como siguió la charla. Quizás fue un divertido diálogo para besugos si alguién se hubiese entretenido en escucharlo. Aunque me esfuerzo en traerlo a la memória, no consigo recuperar el resto de la conversación...


.

sábado, 2 de mayo de 2009

combinaciones imposibles..
















He lavado y tendido toda la ropa de invierno.
Al colgarla al aire libre, por su peso, se han desprendido -como si la lavadora no se hubiese aplicado en el centrifugado-, unas pequeñas gotas que se han convertido en minúsculos charquitos, con un efecto parecido al mercurio cuando se esparce al romperse el termómetro, y movibles y retorcidas en su escurrido, han conformando inocentes palabras: frío, abrigarse, resfriado, sins...-ha tardado en caer las últimas gotas-,
sinso...sinso? : sin_sol. Por algún error de cálculo, el goteo ha juntado dos palabras que resumen el largo invierno pasado.
Las medias negras de lana se han revelado como las más osadas, de su destilación se ha desprendido un vocablo con las letras finales desfiguradas por su largura: aburrimiento. En cambio, la media fina y transparente solo ha chispeado: frío.

Estoy un poco inquieta porque he empezado a ventilar la ropa de verano.
Hace días que noto trasiego en el armario. Los colores alegres pugnan por abandonar los cajones, salir de la oscuridad que almacenaron en un invierno demasiado húmedo. Distraídas, aparecen medio caídas de las gavetas, asomadas con un aire ligeramente desmayado. Ellas se esparcen, y yo, ordeno lo que estuvo ordenado y las vuelvo a distribuir por un orden de colores: los tonos pastel a la derecha, los de colorido fuerte a la izquierda.

Si fuera sensata, creo que debería hacer una transición y vestirme mitad de invierno, mitad de verano. Apostar por las combinaciones imposibles
y
atrasar al máximo el lavado de las rebeldes veraniegas. Porque lo confieso sin miramientos: tengo muchísima desconfianza de sus expresiones.

.