domingo, 29 de marzo de 2009

como dice usted que yo me llamo?















Como una naturaleza muerta se vació de todas las palabras.
Dejaron de tener significado propio porque la confundían.

Sabía, creía saber, que una vez había sabido, que las palabras
se amplían y transforman, pero chocaba desorientada con los vocablos.
Porque cuando decía: agua, no podía precisar
si hablaba de un océano o de llevarse un vaso de agua a la boca.
Si afirmaba: pasión, acaso se refería al color rojo, o no,
también podía describir el deseo de que amó hasta el desvarío.
Al mencionar: ráfaga, podría ser que el viento le arremangaba las faldas
o que un revuelo de imágenes la aturdían.

Pero si decía: mi hija, la nombraba con el nombre de su madre.

La cara sonriente dijo la palabra alzheimer con ternura
mientras le acariciaba la mano. Ella le correspondió con otra sonrisa complíce.
También la desconocida se confundía, sabía que en realidad quería decir: azahar... ese era el nombre real de aquellas flores olorosas, inmaculadamente blancas
que le entregaba aquella persona amable, de facciones vagamente familiares.
Las flores en realidad se llamaban gardenias.
La desconocida era su hija, aunque aquel día la llamara señorita.
Es muy amable, son muy hermosas las flores señorita.

Y la señorita la observaba con impotencia, miraba como su madre se alejaba hacía la perdida progresiva de los sentidos del pensamiento y la memoria para finalmente llegar a la desaparición del lenguaje.
La mujer inteligente y generosa que amó, la que siempre tomaba las decisiones correctas, se estaba fugando progresivamente hacia un mundo infranqueable del que ya no había retorno.

.

35 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Tiene que ser muy duro.
Todas las enfermedades lo son, pero esa especialmente.
Aunque a veces pienso que si el que la padece no se da cuenta quizás no sufra.
Ahora, los que le rodean deben pasarlo muy mal. Mucho.

Besos.

::Va-nessa:: dijo...

Me encantó *-*
un beeso

Moony-A media luz dijo...

Tremendamente real.
A veces me pregunto ¿a dónde irán? ¿Qué limbo de sueños quedará en su mente?
El olvido que tantas veces suplicamos, se convierte en una pesadilla.

Un beso grande.

Verónica Calvo dijo...

Muy hermosa manera de exponer un tema tan doloroso y que es todo un reto para ejercitar la paciencia y sobre todo, y lo más importante, el amor. Abrazo fuerte.

Tanhäuser dijo...

¿Sabes? A su manera, son felices. Viven en el mundo que quisieron vivir, rodeadas de gardenias con olor a azahar y de señoritas amables que, sin saber por qué, les visitan con una sonrisa tan tierna, que casi podría decirse que es la sonrisa inocente de la hija que ama a su madre.
Besos conmovidos.

rodri dijo...

Una dura realidad que viven muchísimas personas...que necesitan mucho amor y comprensión. Tu descripción de algo tan duro es muy buena.
BESOS

thoti dijo...

.. pufff.. por si nos pasa digamos todo lo que tengamos que decir antes de eso.. ufff..
.. besitos alcachofa..

eMiLiA dijo...

Demasiado triste para un domingo...

:(

Creo que es uno de mis mayores temores. El ir perdiendo poco a poco todo resquicio de memoria, hasta lo más mínimo. Es un desgarro.

Un beso de domingo medio apagado.

Sombras en el corazón dijo...

Es un poco como morirse en vida, como huir de uno mismo antes de abandonar el cuerpo. Y es muy triste, sobre todo para las personas que más se quieren.
Me ha gustado como lo cuentas.

Un abrazo

Paloma Zubieta López dijo...

Me pierdo en el camino, Gwynette hermosa, entre los olores de las flores y los recuerdos. Te abrazo con el corazón, besos mil.

Espérame en Siberia dijo...

(8) Dos gardenias para tiiii (8)

Insumisa dijo...

Triste... para la hija... la muerte de la memoria donde cabían juntos pasado y presente.
Muy triste.
Besos y abrazos solidarios.

sb dijo...

creo que no podría enfrentarme a algo tan complicado con tanta paciencia y serenidad...

Soy ficción dijo...

Me has recordado a tantos momentos sabiendo que esa era la última vez q diría mi nombre, la última vez que distinguiria las gafas de cerca de las gafas de sol, la última vez que comia sin ayuda...

Índigo dijo...

Derroche de ternura en esta manera de contarlo.
Un beso, me ha encantado.

ca dijo...

Buena narración sobre el sentido de las palabras y su pérdida... hay tantos enfoques que de por sí es una enfermedad. Un saludo.

Tempus fugit dijo...

Se vacía la mirada, el tiempo, los recuerdos.... Me da más miedo eso que la muerte.

besos

Misántropo dijo...

Estoy con De cenizas, no hay nada peor. Por mucho que lo bañes en ternura.

Un beso.

fgiucich dijo...

Una enfermedad terrible descripta con un toque de distinciòn que emociona. Abrazos.

Tesa Medina dijo...

Tienes una manera tan elegante y tierna para contarlo que hace que parezca menos terrible.

Tiene que ser muy triste ver que alguien a quien quieres no te deja franquear su muro de quimeras. A veces una rendija, que enseguida se cierra... Uff, es una enfermedad que temo.


He pasado un buen rato poniéndome al día, todavía me queda un "trozo", que me dejo para disfrutar en otro momento.

Un placer enorme perderme por tu rincón.

Besitos, alcachofa.

Maybe dijo...

Lo he visto de cerca y quizás una de las cosas que más temo de ella es dejar de tener conciencia de quién he sido y qué quiero ser...
Es una enfermedad terrible, pero sobre todo para el que está a su lado.
Saludos.

Arcángel Mirón dijo...

Es una enfermedad de mierda. Bueno, todas lo son, pero ésta es especialmente retorcida y cruel. Sádica.

Nena, lo narraste maravillosamente.

iliamehoy dijo...

Sabes? me encanta cómo escribes, aunque duela, arañe. Yo, por alguna experiencia cercana, creo que si sufren, aunque sea justo en el mismo momento en que atrapan una ráfaga de lucidez.
Una sonrisa

Tumulario dijo...

Lo malo de perder los recuerdos es la sensación de perdernos con ellos, de que detras de cada recuerdo perdido se va un poco de nosotros.

Un abrazo desde el túmulo

andrea dijo...

Que triste realidad es la que tenemos que pasar en algún momento....y que triste es ver a tus padres ir desapareciendo poco a poco...
Besos.

Ines dijo...

Me da terror solo pensarlo y lo que mas el camino intermedio ese en el que eres consciente de lo que esta pasando .
precioso y triste .
Un besazo

Sibyla dijo...

Has tocado de una manera tan sublime y delicada, un problema social, que cada día se acrecienta...

Me recordó la película "El diario de Noa"

Un beso enorme:)

Gi dijo...

Lo narraste bello, aunque sea triste.
Besos

MentesSueltas dijo...

Tremendo relato... te dejo un abrazo.

MentesSueltas

Unknown dijo...

Las personas somos como las alcachofas pero al revés: nos vamos despojando de lo esencial hasta quedar sólo las hojas...

Gwynette dijo...

Andrea?..no se puede entar en tu blog.

The page you are looking for does not exist :(

aroma dijo...

vaya a saber qué territorios habita...qué lugares remotos plagados de flores perfumadas...que manos estrecha...qué jardines recorre...de seguro con ella viven los recuerdos para nada olvidados de tiempos frágiles y suaves, caritas de niña, de hija y de madre...un abrazo para ti desde el sur
p.d.: donde quiera que esté...va contigo...

JuanMa dijo...

A veces, Gwy, sólo queda amar a fondo perdido, sabiendo que no recibiremos nada a cambio.

Un beso de corazón, alcachofilla.

இலை Bohemia இலை dijo...

Esa enfermedad me da pavor, el olvido, condenarte al olvido, perder tu identidad, no saber quien eres o has sido...

Bss

இலை Bohemia இலை dijo...

Esa enfermedad me da pavor, el olvido, condenarte al olvido, perder tu identidad, no saber quien eres o has sido...

Bss