sábado, 28 de febrero de 2009

un poema para el fin de semana...



TRABAJAR CANSA (II) - Cesare Pavese

Atravesar una calle para escapar de casa
sólo lo hace un muchacho,
pero este hombre que vaga
todo el día por las calles ya no es un muchacho
y no escapa de casa.
Hay tardes
de verano en que hasta las plazas están vacías,
se extienden
bajo un sol casi poniente, y este hombre, que viene
por callejas de inútiles plantas, se para.
¿Vale la pena estar solo, para estar siempre más solo?
Con sólo dar la vuelta, las calles y la plaza
quedan vacías.
Desearía detener a una mujer,
hablarle y proponerle que vivan juntos.
De otra forma, uno habla solo.
Por eso en ocasiones
los borrachos se atacan con discursos nocturnos
que recuentan los proyectos de toda una vida.

No es seguro que al ir a una plaza desierta
te encuentres con alguien, pero los que vagan
por las calles
se quedan de vez en cuando.
Si anduviera con alguien
mientras cruza estas calles, la casa sería
donde ella estuviera, y entonces valdría la pena.
Por la noche la plaza vuelve a quedar vacía
y este hombre, que pasa, no mira las casas
tras las inútiles luces, no levanta más los ojos:
sólo siente el asfalto que han hecho otros hombres
con manos endurecidas, tal como las suyas.
No es bueno quedarse en la plaza desierta.
Con seguridad habrá una mujer en la calle
que, si él se lo pide,
querrá llevarlo de la mano a casa.

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miércoles, 25 de febrero de 2009

esto es una prueba, y tu no lo eres.

















La ficción como único medio para no deformar la realidad.

Le escribió: juguemos a simular la realidad. Hagamos la farsa de un encuentro correcto. Finjamos un interés común por los amores que reemplazaron nuestros puestos. Digámonos en la despedida: que te vaya muy bien. Y volvamos a desearnos, sólo para sobrevivir, para evitar en un futuro próximo cruzar la línea tan frágil que separa el amor del odio.
Porque nosotros, esquivos encubiertos, somos incapaces de jugar al gran juego trasgresor que quebranta todas las leyes, el único que nos libraría de pasadas ataduras: el perdón.

No obtuvo respuesta.

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sábado, 14 de febrero de 2009

disfrutar de los recuerdos es vivir dos veces.











De su última mudanza quedaron detrás de él, libros, música, ropa, vídeos, cuadros, lámparas, aromas, recuerdos: memoria.

Hace alrededor de un par de años hizo un cambio de piso, traslado en apariencia, cómodo y funcional. Era en la misma finca donde vivia.
De un cuarto piso a un primero, de un dúplex a un apartamento.
Ahí, todo recuerdo sobraba, el nuevo espacio decidía por él. Esto si, esto no. Cabe o no cabe, la decisión tuvo que ser racional.
Le costó meses de malestar asumir la duda de que quizás se había equivocado en el reparto de sus enseres entre amigos y familiares; dudaba, al pensar si lo que había salvado era lo adecuado, si fue justo abandonar su escasa biografía en sacos de derribo que le prestaron los operarios, si fue demasiado práctico quedándose sólo con los recuerdos más frescos e inmediatos.

A veces buscaba un libro, -conocía el autor, recordaba la editorial- y necesitaba con aires de urgencia releer aquel pasaje, el encuentro de unos personajes, un diálogo relacionado a medias. Buscaba en vano entre las estanterías; la respuesta, después de la frustración de no encontrarlo era siempre la misma: debió quedarse arriba.
Arriba, era 4º1ª.

Con el paso de los meses tuvo la sensación que se borraban de su memoria escenas de películas, olvidaba la letra de las canciones, no recordaba quienes le acompañaron en aquel viaje a Finlandia, donde se había comprado aquel traje gris de lana fría.

Un domingo por la mañana cogió al azar una novela de Christine de Pisan, Se deslizó desde de la página 46, cayendo al lado del radiador, una nota doblada, una hoja diminuta de color verde pálido con escritura inclinada que le resultaba vagamente familiar, aunque no pudo identificar su autoría.

El mérito de amarte tanto, no fue tuyo, fue sólo mio.
De dar amor sólo es culpable uno mismo.

De lo poco que me dabas yo hacía un cultivo floreciente.
De aquel parloteo de lo mucho que me amabas

cuando aún decías que me amabas,

no quedaron pruebas fehacientes.
Sólo necesitabas que te necesitase.


Parecía que alguien le amó mucho y salió de su vida decepcionada.
No podía recordar la época: qué mujer le dedicó estas palabras?, quién era ella?, y quién fue él, en aquel período?.

Fue sólo el principio de la rebelión de los recuerdos despreciados.
Indignados de vagar ausentes por un ático luminoso, de rebotar entre paredes
sin destinatario, olvidados como almas en pena deambulando en un sin sentido,
interrumpieron su actividad, negándose, en una huelga de brazos caídos, a colaborar.

Mientras, una italiana y un holandés propietarios gozosos de la restaurada vivienda se aplicaban disciplinadamente una y otra vez a la noble causa de procrear, ingorantes de que una nube decolorada se desplazaba por las estancias de la casa diluyéndose a diario, deconocedores de la identidad de un vecino que miraba extrañado unas fotos, donde un perro con cara de inteligente le observababa, sin registrar en su memória que lo había querido más que a cualquier mujer.


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jueves, 12 de febrero de 2009

Ximena Sariñana / Mediocre



Son las hojas que escribí ayer
el lenguaje que quedó en tu piel
fue la tinta a toda intención
de dejarte lo que son
y poco a poco
cambio mi ocio.

cuando veo ya no estas
y me quieres hasta el final
y me creí tan especial
que ingenua, mí torpeza
y me sentí, tan esencial
que ingenua, mí vergüenza
me olvidaste, por mi parte
que Mediocre.

Me encanta escucharte hablar
que elegancia hacerte sentir mal
solo quiero que quisieras hoy
demostrarte lo que soy

Y poco a poco, cambio mi odio
no quisiste algo mas
y me quieres hasta el final

Y me creí tan especial
que ingenua, mí torpeza
y me sentí, tan esencial
que ingenua, mí vergüenza
me olvidaste, por mi parte
que Mediocre.

Ximena Sariñana , actriz, cantante alternativa y compositora mexicana. "Mediocre" sale a la venta el 17 de este mes en España.
Muy especial.
Este tema tiene un aire cansino, a medio camino entre el pop y el jazz.
Por aquí no es conocida. O soy yo, la que no la conocía?
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Ximena Sariñana

martes, 10 de febrero de 2009

voy a raptarte...

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Me es absolutamente igual si te resistes.
Te pasearé por el Bois de Vincennes y haré
las mismas cosas que tu hiciste por mi: robaré tulipanes azules
y te cantaré la misma canción que me cantaste.
Si tu quieres, puedo bailar.
Soy muy graciosa para el baile.
Cualquier fabulación, carita de mico,
para que por unos instantes nos convirtamos
en los amantes que fuimos, soñando con desatino
que volvemos a enamoramos.
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sábado, 7 de febrero de 2009

desahucio o permanencia?...














Tengo un caso entre manos de difícil solución.

Mi cliente S.K., después de una larga recuperación por el vacío de una ausencia, finalmente ha sido dado de alta tras una inesperada y sorprendente recuperación.

Pero la soledad -okupa astuta-, se encuentra instalada cómodamente en su interior y ante el requerimiento -invitación- de desalojo con urgencias de salida -indemnización incluida- se ha negado a cualquier mudanza, temporal o permanente.

De nada han valido las buenas maneras, los ruegos, ni finalmente las amenazas por la vía legal. No acepta ningún acuerdo, ni atiende a las razones de caducidad de su contrato.
La-soledad-que-invadió-el-interior-de-mi-cliente-en-baja-forma, está cerrada a cualquier razonamiento.

Como último recurso deseperado, esperamos que prospere la orden de desahucio y que la ley del sentimiento nos sea favorable.


Antecedentes:
La actora* se contrató libremente, y aprovechando que mi cliente se encontraba en un estado transitorio de vulnerabilidad, redactó clausulas de amable compañía, pero evitó leer la letra menuda del convenio, punto y aparte de lo acordado verbalmente.
En definitiva, mi cliente fué estafado al firmar por desconocimiento, un alianza de nostalgia de larga duración. Un contrato indefinido.


* Doña Soledad

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miércoles, 4 de febrero de 2009

como hoy hace menos frío...

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nos vamos de paseo por la calle de los libros ?.


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