sábado, 7 de febrero de 2009

desahucio o permanencia?...














Tengo un caso entre manos de difícil solución.

Mi cliente S.K., después de una larga recuperación por el vacío de una ausencia, finalmente ha sido dado de alta tras una inesperada y sorprendente recuperación.

Pero la soledad -okupa astuta-, se encuentra instalada cómodamente en su interior y ante el requerimiento -invitación- de desalojo con urgencias de salida -indemnización incluida- se ha negado a cualquier mudanza, temporal o permanente.

De nada han valido las buenas maneras, los ruegos, ni finalmente las amenazas por la vía legal. No acepta ningún acuerdo, ni atiende a las razones de caducidad de su contrato.
La-soledad-que-invadió-el-interior-de-mi-cliente-en-baja-forma, está cerrada a cualquier razonamiento.

Como último recurso deseperado, esperamos que prospere la orden de desahucio y que la ley del sentimiento nos sea favorable.


Antecedentes:
La actora* se contrató libremente, y aprovechando que mi cliente se encontraba en un estado transitorio de vulnerabilidad, redactó clausulas de amable compañía, pero evitó leer la letra menuda del convenio, punto y aparte de lo acordado verbalmente.
En definitiva, mi cliente fué estafado al firmar por desconocimiento, un alianza de nostalgia de larga duración. Un contrato indefinido.


* Doña Soledad

.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

un zas en la boca
un beso

Tempus fugit dijo...

¡Toma ya!
mmmm.... mal rollo...
besos

Susy dijo...

Me ha gustado, te ha salido redondo.
Mejor cortarle el agua, que saldrá a beber tarde o temprano, de la fuente que le devolverá a la compañía viva y sedienta, como él.

Espérame en Siberia dijo...

Yo creo que padece de una soledad muy desolada. Y debe ser crónica, pobre.

Un abrazo.

Moony-A media luz dijo...

Recalcitrante invasora... creo que sólo podrá ser expulsada ante hechos consumados: cuando el corazón de tu cliente sea dos corazones. Entonces, se marchará ella sola.

Un beso grande.

Paloma Zubieta López dijo...

¡Pero qué desacato! Ya no se puede tener confianza en estos días. Vaya un abrazo pa'l cliente y para usted, dos por aquello de las letras menudas en los contratos, besitos.

Francisca dijo...

Mmm... lamentablemente la cliente S.K., no ha sido estafada, pues ha sido descuidada al no conocer exactamente cada disposicion del contrato

El resquicio legal...
deberiamos probar si doña soledad actuó de mala fe.

Siempre es una inspiracion leerte
que estes muy bien

Un abrazo grande

TORO SALVAJE dijo...

A la soledad el ordenamiento jurídico se la trae al fresco.

Es una anarquista irreductible.

Besos.

LlunA dijo...

Muy interesante....qué hacer con esa Soledad? va y viene a su antojo!!
jeje
Petonets

thoti dijo...

.. la soledad se cura bien (con permiso de Mafalda) con una buena sopa de alcachofitas.. ¿lo sabías? ¿a que sí?..

.. besitos, en contrato cerrado..

Verónica Calvo dijo...

Doña Soledad suele hacer estas cosas. Hay que aprender a convivir con ella y sólo así se puede llegar a buen entendimiento: o se va amablemente (aunque suele volver, es verdad) o se vuelve una buena compañera de camino. Esperemos que decida irse y el cliente sea feliz y que cuando busque a doña Soledad sea para disfrutar.

Lucía dijo...

Pues que le haga de menos. Si consigue que Soledad se sienta sola tal vez se vaya.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todos nacemos con ese contrato indefinido, carxofeta.

De todas formas, si no te enemistas demasiado con ella, la soledad puede ser una gran conversadora.

Y se deja poner los cuernos, tú.

Me encantas de Marlow. Petó.

senses and nonsenses dijo...

siempre solo,
sólo solos...

un abrazo.

ahhh dijo...

Hay, doña soledad, mira que es dura de pelar....

fgiucich dijo...

Tienes un estilo que atrapa y seduce. Abrazos.

sb dijo...

no creo que el lenguaje legal asuste mucho a doña soledad.. pero, oye, si funciona me cuentas :)

Maite Mava dijo...

Yo olvido leer siempre la letra pequeña,a veces incluso la grande... Siguen en su punto las alcachofas...

P.D:el poema de las rubias sí es mío,me encanta que te encantara...
Beso grande!

Anónimo dijo...

Se dice que el desconocimiento no es eximente. Queda la solución de romper unilateralmente el acuerdo..., aunque es de temer que, como apunta la sabiduría paremiológica, querer no es poder.

Besos.

mgab. dijo...

soledad... una gran dama, pero en exceso irrespetuosa con tu amigo!
en cuanto a la letra pequeña, cómo es que todavía no la hemos tachado, tapado, echado con un buen puntapie en el trasero?!

Insumisa dijo...

Hay soledades y soledades. Que una son como vacíos y otras como necesidades. Si la de tu cliente es un vacío, habrá que buscar llenarlo (convenientemente claro está) Y si es una necesidad, al momento de saciarla, ésta desaparecerá.
"No lo se de cierto, solo lo supongo"
J.S.

NuNú dijo...

Sí, sí, sí, me ha pasado siempre que he firmado un contrato indefinido en situaciones en que no podía firmar nada...

Pero, bueno, tengo que decir que Doña Soledad no es de las peores compañías del mundo...