domingo, 18 de febrero de 2007

Jacques Prévert














El hombrecito que cantaba sin cesar el hombrecito que bailaba en mi cabeza el hombrecito de la juventud rompió el cordón de su zapato y todas las barracas de la fiesta se derrumbaron de pronto y en el silencio de esta fiesta en el silencio de esta cabeza yo percibí tu voz feliz tu voz desgarrada y frágil infantil y desolada que desde lejos me llamaba y la mano llevé a mi corazón en el que se agitaban ensangrentados los siete pedazos de cristal de tu risa estrellada.
El espejo (fragmento)


13 comentarios:

Índigo dijo...

Inquietante post, me gusta. Abracitos

M dijo...

Todos los terremotos comienzan siendo un temblor....

Encontrar-Se con Magie Taylor es otro...Impacto en fotos.

Un beso,
Ofelia

vanessa dijo...

terremotos del alma?
La imagen es impresionante, de quien es?
Magie Taylor?
un abrazo

Gwynette dijo...

Si. :-)
"Southern Gothic" de Maggie Taylor. Es impresionante esta mujer !!

Buenos días, medio dormida

LlunA dijo...

pedazos de tu risa estrellada....que poder tienen a veces las sonrisas, verdad?

El detective amaestrado dijo...

Uf, que grima me dió la foto.
Me encanta Prèvert...

Arcángel Mirón dijo...

Tiene algo siniestro... como si se leyera acompañado de música de cajita de música en una habitación donde hay un piano cubierto con una sábana...

:)

Anónimo dijo...

el hombrecito que bailaba en mi cabeza....
sacádmelo de ahí!!!

si que es inquietante el texto, sí.

senses and nonsenses dijo...

me ha encantado la imagen con el texto.
yo tb tengo un hombrecito que baila en mi cabeza.
un abrazo.

angeldreams dijo...

Perfecta combinación de esta imágen de Magie Taylor con el texto de Prévert...
Muy buen post nos regalas para disfrutar!
Un abrazo enorme alcachofita bonita.

Gwynette dijo...

En los poemas pasa lo mismo que con las canciones, una frase te enamora, te emociona o te sorprende, cuando esto ocurre, guárdalo, es tu tesoro inmediato. :-)

Cariños de alcachofa

Tanhäuser dijo...

No conocía a Prévert, (glups).

Saludos carxofeta

fgiucich dijo...

Una joya espejada. Abrazos.