Nacho Vegas vuelve a flirtear peligrosamente con la fina raya que separa la fantasía de la realidad, mirando sin rubor a la cara de la vida y de la muerte -tal y como hizo siempre José Moisés Panero-, mientras que adorna el texto con todo tipo de arreglos vocales -coros, voces dobladas, distorsiones...- además de guitarras eléctricas y acústicas, pianos y hasta un delirio final con sección de viento y ambiente cabaretero/circense.
viernes, 9 de marzo de 2007
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6 comentarios:
Es peculiar y personal...un descubriento¡¡
wow... me ha encantado.
tengo que escucharle más.
un abrazo.
Miedo me dan estas cosas.
Es horrible, Es tremendo.
Es bonito.
Habra que ponerlo en la lista de los maravillosos "malditos"
Beso
Muy bello!!! Abrazos.
ES un gran poeta
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