martes, 10 de julio de 2007
siguiendo la ruta de Isabelle Eberhard ...
Era una hora punta cuando le entraron las ganas de abandonar su vida tan escrupulosamente trazada.
Se apeó con urgencias de vida o muerte en la próxima parada y cogió un taxi con destino al aeropuerto.
Amaneció en estado vigilante en una región con características de desierto donde solo se escuchaba el sonido del viento.
Tuvo la certeza que allí haría sus raíces.
Al poco tiempo de instalarse supo - que juguetón es el destino- que estaba muy cerca de donde había vivido la suiza Isabelle Eberhard "la novia del Sahara" -que disfrazada de beduino y oculta bajo el nombre masculino de Mahmud Saadi recorrió el Magreb a caballo, para sorpresa de los nativos y escándalo de los occidentales-
Siguió sus pasos como una discípula aventajada.
Mientras tanto, sus acciones en Blackstone subían escandalosamente, hasta un 45 por ciento.
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15 comentarios:
.. que importa lo de Blackstone si una puede hacer lo que le apetece realmente.. ya lo dijo aquel: "ande yo caliente"..
.. tengo una duda.. ¿sabes si en el desierto crecen las alcachofas?..
A mi me entran ganas a todas horas de abandonar esa vida tan escrupulosamente trazada.
El desierto, por silencioso y limpio, es un lugar perfecto para ello.
Por supesto que crecen alcachofas en el desierto: en todas las estaciones, incluso a todas horas ¿no?
ay, ay..hasta donde yo sé, no...hacen unos cactus? :-)
Cariños
En muchos momentos de mi vida he tenido la tentación de marcharme a la aventura y dejar todo atrás, empezar de nuevo con otra identidad. Pero cuando eres madre sólo es un sueño, uno de esos sueños imposibles de juventud.Lo vivo a través del cine y de la literatura.
Mi aventura real no es tan emocionante, pero puede ser igual de intensa si te implicas, tienes ilusiones nuevas y proyectos.
Estoy leyendo “La niña de la Jungla” el relato escrito por una alemana que vivió hasta los dieciseis años en Papúa Occidental, sus vecinos eran una tribu salvaje, según nuestros criterios, pero ella aprendió de ellos, fue feliz y nunca lo has olvidado.
Me encantan tus escritos y las fotos que eliges. Besos, alcahofita.
Que sí, que sí, en todo momento y entre las dunas.
que bueno poder dejar una vida cuadriculada, y poder fugarse a donde a uno mas le guste... pero necesitamos tener acciones en Blackstone, al menos algunas... (ja)
me gusta tambien el destino que eligio, y su riesgo de atreverse a un desierto, nada menos.
besos, alcachofita!
¡Ay! mi querida Gwyn... ¿a quién no le han dado ganas de cambiar de aires?
Me falta por trabajar/vivir en la selva, he probado la costa, el desierto, la montaña y algunas ciudades.
Espero que se me cumpla lo de la selva, cuando menos concerla.
Apapachos
Oye, igualito que yo...
Mis acciones subiendo como locas, y yo en plena travesía del desierto.
Besos (áridos).
Vaya maravilla poder bajarse en una estación , pillar un taxi y decir "al aeropueto...".....
Besos
Todo mundo busca nuevos aires... el asunto es no temer.
Las alcachofas solo crecen guapas y ricas en climas que no pasan los 24 C y minimo los 7 C. Se ponen feas y amargas con las heladas..
Igual si se entera antes del subidón de las acciones no se marcha. Salu2 rebozados con arena de un desierto urbano.
Cuando nací, alguien trazó la línea que yo debía seguir. Y siempre desee, que así no hubiera sido. Cuantas veces siento la necesidad de “desaparecer…”, pero luego vuelvo y me digo es necesario que desaparezca?... y luego me contesto, sí es necesario… y luego me pregunto y luego me contesto…
tus “relatos” son geniales.
un bessssssssss
Muchas veces, en la vida, necesitamos hacer cambios fundamentales, pero que no nos atrevemos. O esperamos señales que nunca llegan. Abrazos.
Demasiada suerte, eso de empezar una nueva vida, una aventura, y encima lo de las acciones....
Es un sue�o.
Un abrazo
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