viernes, 9 de noviembre de 2007

Cadaqués...


Cené delante del mar en una hora difícil entre la merienda y la cena.
La luz se apagaba en una tarde en la que apenas había asomado un encogido sol. Cuando se fundieron en gris, el cielo y el mar, solo destacaba el relieve de la blanca espuma de las olas, todas parecidas, pero nunca iguales, en un ir y venir eterno.
Me encontré en un estado de fusión mágico, lo externo devenía maravilloso por rutinario, el oleaje transmitía su música adormecedora y regular al romper en la arena, y mi disposición interna de beatitud se acrecentaba.
Entendí, con placidez, que no era duro que yo me aceptara con toda la grandeza y miseria de mi cargada chepa.
Que soy múltiple y exclusiva, ni más ni menos, como los demás son múltiples y exclusivos.
Sentí que no era tan incómodo encararse al mundo de una manera que siempre quieres creer única, aún sabiendo que las historias se repiten, que nada es nuevo bajo el sol, que para nada eres original y que la insoportable levedad del ser sólo es una paradoja, una contradicción...


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Cuando se encendieron las luces de colorines del chiringuito a las 6.30 horas y sonó la música lolaylo con todo su esplendor, desperté de mi ensimismamiento y aboné la cuenta con los ojos aún ensoñados, mientras unos ingleses muy pulcros con jerseys de cachemir se esperaban -cerveza en mano- agrupados en la barra, esperando que yo despejara para ocupar su sitio en mi mesa.


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27 comentarios:

nomesploraria dijo...

Ho espliques amb tanta precissió que ens fas particeps del moment; i el fas entenedor. Del tot.

Gwynette dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nootka dijo...

Es que asi es muy fácil ser feliz, estando cerquita del mar. No sé, pero me parece que es trampa... Pero yo también iré y me sentiré múltiple y única y unos ingleses esperarán a que me levante y eso me hará sentirme tan plena y satisfecha de la vida como si fuera una alcachofa reina...
Besos y... ya ves: he sentido tus palabras en primera persona, y es que me encanta estar cerca del mar.

Tempus fugit dijo...

Una "ascarchufeta" marina y reflexiva que sabe escuchar las olas y la historia...y huir cuando es necesario...

besos

38 grados dijo...

Alcach, lo explicas de tal manera que se siente tuyo pero a la vez es facilísimo ponerse en tu lugar. Te aseguro que he olido tu mar, me he sentido múltiple, con chepa, y me ha jodido la música alquitranera...cachisenlamar.
Es cierto, cada uno es exclusivo, único e irrepertible, y eso comporta saber aceptar todas nuestras "taras", pues es parte del pack de exclusividad. Tengo que sentarme más a menudo delante del mar, a ver si de una puñetera vez acepta toda mi multiplicidad.
Joer como me enrollo...besos chiringuiteros.

Isabel dijo...

Lástima que siempre llegue algo o alguien y jorobe un momento así;con lo difícil que es encontrarlos...
Ya no se respeta nada...
Si es que hay gente en todas partes, ni un poquito de "porfavor" ni nada... :-)
Ya no sabe donde ponerse una...;-)
Un beso y a ver si hay más suerte la próxima amiga.

MentesSueltas dijo...

Hola, de paseo, leyendo y saludando con afecto.
MentesSueltas

Mandarina azul dijo...

Te leo y me parece que tú eres yo y que soy tú, aunque las dos seamos múltiples y exclusivas. Pero es que... diosssss, cómo lo has explicado, ¡genial! Te leo y me parece estar delante de ese mar.
Me ha encantado, alcachofilla, me ha encantado. ¡Plas, plas, plas, y requeteplas!

¡Un beso enorme como una ola gigante!

CurroClint dijo...

Cenar y decidir delante del mar,
seguir adelante sóla, sin chepa,
exclusiva te hace al andar o volar,
quien pruebe lo mismo, tal vez lo sepa.

Un beso beato...

Arcángel Mirón dijo...

Es muy inteligente entender que somos múltiples y exclusivos.

:)

senses and nonsenses dijo...

tiene mucho que ver con The Wall, no crees? aceparse... encararse...
todos somos iguales, todos somos diferentes...
fascinante viaje imposible...

feliz reencuentro.
un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Me han dado ganas de ir a cenar al chiringuito esta noche.

Igual voy.

Besos.

Vade Retro dijo...

Yo siempre te leo, aunque a veces no me anime a dejar un comentario y en mis links te tengo desde que nos conocimos por este medio ;-)
Te dejo un beso.

Gwynette dijo...

Un petonet Vade ! :-)

Anónimo dijo...

Me encanta esa foto, Gwyn, de verdad que eliges mas que excelentes imágenes.

Te quiero mucho, amiga.

Apapachos
Des

ahhh dijo...

Esta ráfaga me ha envuelto en una placidez y serenidad difícil de exlicar. En esa hora siempre mágica e indefinida en que la luz deja paso a la oscuridad, uno se siente parte de ese todo, incompleto, difuso, siempre a medio cámino, en transito desde algo hacia algo nuevo. Porque al final todo es nuevo, aunque se haya repetido cientos de veces, por que nosotros somo únicos e irrepetibles, como cada una de esas olas que rompen en la arena...

un petonet carxofeta

Miss.Burton dijo...

Qué belleza de foto.... y qué bien te explicas¡¡¡ Me encantó ese momento en el que se funde todo, tú, el mar, el cielo, parece que va a ocurrir algo apoteósico, y ocurre, vas y te das cuenta de lo fácil que es encararse a un mundo al que a veces es difícil enfrentarse... y además, aunque acabes mediodormida mediodespierta, sí recuerdas el momento, la causa, y sus consecuencias. Me gusta... me ha dado tanta envidia ese mar ahí enfrente, y tu desafiando al destino con tu espada recién estrenada.... qué arte, guapa, enorme¡
Un besazo,
Delirium

el nombre... dijo...

Una maravillosa cena....
Un mejor paisaje...
Y unas inmejorables reflexiones!
Será que el mar, con toda esa inmensidad, y ese oleaje -"parecido, no igual"- nos lleva a esas reflexiones que olvidamos, cuando nos toca la ciudad????


Recuerdo a Serrat "Y si te toca llorar, es mejor frente al mar..."

Y para vos, conjugando el verbo reflexionar, ensoñar, da igual!


Besos.

fiorella dijo...

Me encantò,comparto tu reflexiòn.Un beso

Eva dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eva dijo...

Nada como contemplar los elementos para alcanzar ese estado de placidez reflexiva. Te envidio. Yo hace tiempo que no me mojo los tobillos y que no atisbo el horizonte. Debería visitar mi frío mar, quizá logre capturar un instante como el que tan maravillosamente describes.

Todavía no tengo nada decidido, pero estás en mis links ;)

Un beso.

fgiucich dijo...

Cuántos recuerdos de aquel chiringuito en la playa de Sitges, me vienen a la mamoria. Abrazos.

Sombras en el corazón dijo...

Un instante efímero, grabado eternamente, por un ser único, rodeado de iguales.
Preciosa reflexión.
Y personalmente, gracias por ayudarme a crecer en mi mundo.
Un abrazo fuerte.

thoti dijo...

.. siempre es muy saludable verse uno en la parte más bella que sin duda somos y descargar la pesada y cruel chepa que siempre intenta estar presente.. y si eso sucede cenado delante del mar igual unas alcachofitas :-) ya pa que más.. ahh los del cachemir cervecero y todos esos.. pueden esperar..

Gi dijo...

múltiples y exlusivos. Voy a repetírmelo mil veces, desde hoy y hasta que pueda enfrentarme al mar.
Besos

Luna Carmesi dijo...

Tus rafagas me parecen que tienen un brillo que no ciega, hechiza.
Felicidades.

Edanmir dijo...

Tu miraste al mar pero sus huellas estaban marcadas en la playa.