domingo, 31 de diciembre de 2006

Sean O'Casey











Nadie transita por la vida libre de marcas. El mundo tiene muchos sonidos agrios, el cuerpo es un blanco frágil...aún así cada uno de nosotros, en algún momento, puede cabalgar un caballo blanco, lucir anillos en los dedos y campanas en los pies...y si podemos abrir nuestros sentidos a los perfumes, sonidos y lugares, tendremos música por doquier.

Juno y el pavo real -fragmento-

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4 comentarios:

Arcángel Mirón dijo...

Hermoso. Me recordó (no se muy bien por qué) a una frase que leí alguna vez:
"Cuando un sujeto resuelto se enfrenta a ese gran matón, el mundo, y osadamente le tira de la barba, se lleva la sorpresa de que ésta se le queda en las manos, pues sólo estaba ahí para asustar a los tímidos".

Saludos!!

Anónimo dijo...

Y si el caballo tiene manchas o es rojizo,y si los anillos son de plata también vale. Podemos elegir algunas de las marcas que tenemos.

Feliz año.

Reflex dijo...

Pues si, hay momentos amargos, agrios, hay que recuperarse de ellos antes de ver al caballo blanco ...

Índigo dijo...

Elevarnos un poquito gracias a la belleza que nos rodea. Hay que mirar con atención, estar atentos...
Un beso, alcachofita, gracias.